
Me topé con el concepto de trade-off justo el día en que, sin saberlo, iba a tener que aplicarlo. No tenía muy claro que significaba, no te voy a mentir. Así que tuve que dejar de leer para ir al diccionario (Google, obvio) y entender de qué se trataba.
Básicamente, un trade-off es aquello que tenemos que sacrificar cuando tomamos una decisión. Aquello a lo que le estamos diciendo que no.
Porque si todavía no te diste cuenta, cada vez que le dices que sí a algo, indirectamente le estás diciendo que no a otra cosa.
Cualquier decisión que tomamos en nuestra vida tiene un trade-off aunque a veces no lo sepamos.
Te doy un ejemplo bien sencillo. Tu semana en el trabajo es estresante y agotadora. Todos los días estás deseando que llegue el sábado para no sacarte el pijama en todo el día y quedarte een la cama mirando Netflix hasta que te duelan los ojos. El viernes a la mañana, tu mejor amiga te llama y te invita a quedar por unas cervezas el sábado a la tardecita. ¿Qué le respondes?
Si aceptas la invitación estás diciéndole que no a tu plan perfecto de merecido descanso. Si haces al revés, estás rechazando la propuesta de tu amiga.
Repito entonces: cualquier decisión que tomamos en nuestra vida tiene un trade-off aunque a veces no lo sepamos. O como dice Greg McKeown en su libro Esencialismo “la realidad es que, decir que sí a una oportunidad es, por definición, decir que no a muchas otras”.
Imagino que a esta altura de la vida ya te diste cuenta de que decirle que sí a todo es imposible en la práctica. Si eres de esas personas que no saben decir que no seguramente te encontraste más de una vez en una posición en la que te sentiste atrapada y sin escapatoria.
Tranquila, el ser humano es una especie que siempre busca complacer a los demás. Y aprender a decir que no es todo un arte. Es muchas veces difícil, lo sé, pero también es realmente necesario.
Pero no quiero profundizar ahora mismo en el arte de decir no, sino en cuál es la manera más inteligente de escoger nuestros trade-off.
“La realidad es que, decir que sí a una oportunidad es, por definición, decir que no a muchas otras”, Greg McKeown. Click To Tweet¿Cómo saber cuál es el mejor trade-off?
Greg McKeown propone hacernos una pregunta que, por lo menos a mí, me pareció muy sensata y que, por lo menos a mí, me ayudo muchísimo a analizar cuál era la mejor decisión que podía tomar en ese momento: ¿Cuál es el problema que quiero tener?
Para poder explicártela mejor te voy a contar de manera bien resumida cuál fue mi situación.
En 2014 cambié mi estilo de vida por completo para dedicarme a vivir la vida bajo mis propias reglas. Dejé todo lo que tenía en Argentina y me fui de viaje sin fecha de vuelta. En todo este tiempo hice muchas cosas, pero sobre todo me convertí en nómada. Trabajando 90% del tiempo online, viviendo donde elegía y disponiendo de mis tiempos y mis libertades a mi manera.
Durante la pandemia del COVID-19 quedamos (mi novio y yo) atrapados en Japón y con nuestros ingresos reducidos en un 90%. Estando en un país extremadamente caro y viviendo de nuestros ahorros nos hizo replantear más de una vez la posibilidad de volver a Buenos Aires.
Pero cuando esa posibilidad llegó, de un día para otro, sin aviso y dándonos muy poco margen de tiempo para tomar una decisión, nos agarró completamente desprevenidos.
Volver a Buenos Aires nos podía dar la tranquilidad de no tener que depender de visas y extensiones, y, obviamente sentirnos más cerca de los nuestros. La contra es que teníamos que invertir demasiado dinero en esos pasajes y, conociendo la situación económica de nuestro país, recuperar ese dinero nos podría llevar muchísimo tiempo. Por otro lado, quedarnos en Japón nos daba la chance de irnos a otro lado en cuanto abriera una frontera para poder seguir viviendo de la forma en que elegimos hacerlo.
La balanza estaba muy pareja. La lista de pros y contras tenían puntos fuertes por igual. Y yo estaba bastante desconcertada. No sabía qué decisión era la mejor. No sabía cuál era el trade-off que prefería.
Entonces recordé esa pregunta en el libro: ¿cuál es el problema que quiero tener?
Y en ese momento fue cuando todo empezó a tener sentido.
Aunque estar cerca de mi familia y no tener que depender de visas me tentaba muchísimo, la realidad es que yo no quería resignar mi estilo de vida ni tampoco volver a vivir a Buenos Aires. Si comprábamos esos pasajes, inevitablemente tendríamos que volver a vivir en Argentina al menos un tiempo.
Entonces, entendí que el problema que quería tener era jugárnosla a la posibilidad de que alguna frontera volviera a abrir pronto, ya sea a un país más económico o a uno donde pudiéramos trabajar de manera legal para recuperar el dinero que no generamos durante este tiempo.
La decisión estaba clara. Mi trade-off fue dejar de estar atrapada en Japón, porque para mí es más importante jugármela a seguir con el estilo de vida que tengo hoy.
Lo importante, creo yo, es saber que no hay una elección correcta y una incorrecta. Nuestra vida no es como uno de esos juegos de preguntas y respuestas en los que si decidimos mal perdemos un millón de dólares. Pero sí tienes que entender que siempre, nos guste o no, hay un trade-off detrás de cada decisión.
Así que te propongo, cada vez que tengas que tomar una decisión, cualquiera que sea, hazte esta pregunta ¿cuál es el problema que quiero tener?
Si tienes algo que quieras contarme, ya sabes que estoy aquí para leerte.
Un beso,
Maru