El minimalismo y yo

por Maru Mutti
En este post te cuento por qué elegí adoptar el minimalismo como estilo de vida. Te cuento cómo fue mi relación con este concepto, cómo lo descubrí y cómo empecé a aplicarlo en mi día a día. #minimalismo #serminimalista #minimalista

Mi relación con el minimalismo empezó antes de que yo lo supiera. O eso creo. Nunca fui una persona materialista, nunca me gustó ir de shopping (una de mis actividades menos preferidas es comprar ropa) y siempre di prioridad a ahorrar dinero para cosas que me hicieran feliz, como viajar por ejemplo.

Cuando decidí cambiar mi estilo de vida y empezar a viajar por el mundo sin fecha de vuelta entendí que tenía que llevar conmigo solo cosas que fueran esenciales. En aquel entonces viajaba con una mochila de 60 litros en la que no podía cargar con todas las cosas que tenía en mi casa. Así tuviera espacio, mi espalda no lo aguantaría.

Preparar la mochila no me resultaba tan difícil porque la verdad es que no tenía demasiada ropa, pero con el paso de los días y los meses me di cuenta de que aunque yo consideraba que viajaba con poco, seguía teniendo demasiadas cosas inútiles. Cosas que jamás usé y que incluso ni recordaba haber empacado.

Fue recién después de 4 años viajando de manera full time que algo me despertó de golpe. Fue unos días después de haber conseguido uno de los objetivos más grandes de mi vida. Estaba en Italia, en un pueblito de La Puglia en el que llevaba viviendo 4 meses y en el que, por fin, fui reconocida como italiana. Había logrado lo que más quería y por alguna razón, me sentí liviana y pesada a la vez.

No lo puedo explicar, creo que ni siquiera recuerdo con exactitud cuál fue la sensación. Pero sí tengo muy claro que algo adentro mío me decía que ahora que había logrado liberar mi mente de un tema que quería concretar hace mucho tiempo, era hora de hacer todavía más espacio en mi vida.

Ahora que lo pongo en palabras quizás fue eso. Esa liberación que sentí al terminar el proceso, con toda la burocracia y los nervios que implicaron, me hizo entender que lo verdaderamente importante tenía que ver con otras cosas. Y necesitaba seguir limpiando.

A decir verdad, me sentía un poco confundida. No sabía bien de qué manera podía llevar a cabo esa liberación que tanto necesitaba. Intenté olvidarme del tema y recurrí a mi gran aliado para esos momentos en los que no quiero pensar en nada: Netflix. Pensaba mirar alguna serie que me hiciera reír un poco, para distenderme y olvidarme del asunto. Pero lo primero que me apareció fue un documental que hacía tiempo había agregado en Mi Lista pero que nunca me había llamado demasiado la atención del todo para poner Play. Ese día fue diferente.

Fue así como conocí esa otra cara del minimalismo. La que no le importa el número de cosas. La que fundamenta un estilo de vida más sencillo. El estilo de vida que yo estaba buscando sin saberlo.

Minimalismo: un documental sobre las cosas importantes” fue mi puerta de entrada a un mundo nuevo. Me hizo sentir identificada en cada palabra y cuando la pantalla se puso en negro, supe qué era lo que tenía que hacer.

Desde ese entonces me propuse cambiar mi forma de vivir por completo. Aunque tenía poco conmigo, yo sentía que seguía teniendo demasiado. Pero lo que más me agobiaba era saber que en un mes iba a volver a casa, a visitar a mi familia, a ver a mis amigos y también a encontrarme con todas mis cosas que estaban guardadas en cajas hacía más de 4 años.

El solo hecho de pensarlo me generaba una ansiedad incontrolable. Era obvio que no necesitaba ninguna de esas cosas, algo tenía que hacer. Cuando volví a Buenos Aires, dediqué varios días a hacer una verdadera limpieza profunda. Deshacerme de las cosas fue fácil y difícil por igual, no te voy a mentir. Pero la liberación absoluta que sentí al terminar fue increíble.

Todavía me cuesta mucho reconocerme a mí misma como minimalista, creo que me queda un gran camino por recorrer aún. Pero sé que desde la perspectiva de otros sí lo soy. 

Cambié mi mochila de 60 litros por una carry-on en la que entra solo lo justo. Aunque desde mi punto de vista, todavía hay cosas que podría eliminar. Pero como dije antes, este es un camino y hay tantas facetas del minimalismo que todavía tengo que conocer, estudiar, implementar… 

Yo encontré en el minimalismo una forma de vivir que se alinea a mis valores, a mis necesidades, a mis objetivos. Y por eso seguiré trabajando cada día en seguir aprendiendo cómo agregarle más valor a mi vida de la forma más simple posible.

¿Tu ya has empezado tu relación con el minimalismo? ¿Estás considerando empezarla?

¡Me encantaría conocer tu historia!

Un beso,

Maru

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